Los empaques de los alimentos cumplen funciones claves, como proteger el producto, mantener su estabilidad y sus características; además, dan información relacionada con su composición nutricional, modo de preparación, ingredientes y manera de conservación.
Sin embargo, con la evolución del concepto de inocuidad en la cadena de producción, se ha identificado que los envases pueden contener contaminantes de tipo biológico, físico y químico, los cuales se transfieren a los alimentos y provocan afectaciones en la salud de las personas.
Esta es una de las razones por las que se ha venido incorporando el concepto de Buenas Prácticas de Manufactura y Sistemas de Gestión de Inocuidad en los procesos de fabricación de empaques, ya que estos tienen una interacción directa con el alimento y pueden alterar su calidad.
En consecuencia, el Ministerio de Salud y Protección Social reglamentó la resolución 683 de 2012, en la que incorpora el concepto de análisis de migración global y específica para la identificación de posibles sustancias químicas que puedan llegar a los alimentos. Dichas sustancias dependen de:
Dentro de las normas de regulación general de empaques están:
- La Resolución 683 de 2012 del Ministerio de Salud y Protección Social en Colombia.
- Regulación Federal (CFR) – Food and Drug Administration (FDA) Título 21 en Estados Unidos.
- Regulación (EC) 1935/2004 de la Unión Europea.
- Resolución GMC 3/92 de Mercosur.
Al evaluar la importancia de la inocuidad y calidad de los alimentos, la industria de empaques ha incorporado medidas preventivas, como: